Volkswagen apoya al Estado de la Ciudad del Vaticano en su transición hacia la movilidad sostenible. A principios de 2024, la empresa entregará cerca de 40 vehículos totalmente eléctricos de su familia ID., que van desde el ID.31 hasta el ID.4 y el ID.5. Los vehículos forman parte de la estrategia de descarbonización de la Ciudad del Vaticano, cuyo objetivo es conseguir que la flota del Vaticano sea climáticamente neutra en 2030. Imelda Labbé, miembro del Comité Ejecutivo responsable de Ventas, Marketing y Posventa de Volkswagen Turismos, y el Dr. Christian Dahlheim, presidente del Comité Ejecutivo de Volkswagen Financial Services AG, han entregado personalmente los dos primeros vehículos eléctricos al Vaticano, dos modelos ID.3 Pro Performance.

El Estado de la Ciudad del Vaticano está firmemente comprometido con la aplicación de soluciones innovadoras y sostenibles que permitan reducir, en términos concretos, el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente con el fin de proteger el planeta. La movilidad está en el centro de un programa específico denominado «Reconversión Ecológica 2030», cuyo objetivo es reducir la huella de CO2 del parque automovilístico del Estado. Para lograrlo, los vehículos existentes se sustituirán gradualmente por otros eléctricos, de modo que toda la flota sea neutra en emisiones de CO2 de aquí a 2030. Volkswagen es el socio elegido para este proyecto y, a través de Volkswagen Financial Services, suministrará al Estado del Vaticano una flota a partir de principios de 2024. En fases posteriores, se entregarán progresivamente otros vehículos de emisiones cero también de las marcas del Grupo Volkswagen hasta que toda la flota se haya sustituido por completo en 2030.

«La electrificación de las flotas es cada vez más importante en todo el mundo. El hecho de que los empleados del Vaticano también vayan a formar parte de nuestros conductores ID. en el futuro es un gran objetivo y un honor para nuestra marca, y subraya el atractivo de nuestros modelos ID. totalmente eléctricos», declaró Imelda Labbé durante la entrega de vehículos en la Ciudad del Vaticano.