Según CARFAX, el mayor proveedor de historiales de vehículos en España y Europa, muchos de esos vehículos usados que aún circulan por nuestras carreteras han sufrido o accidentes, o daños graves, o incluso incongruencias en sus kilometrajes.

La edad media de los automóviles españoles sigue en aumento. Según los últimos datos conocidos, los del Informe Anual 2021 elaborado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), España cuenta con un parque automovilístico con una edad promedio de 13,49 años, cuando la media continental se sitúa en los 11,5 años. Entre las razones, podríamos citar la falta de estímulos fiscales para la renovación, los bajos ingresos medios de los usuarios, el aumento del coste medio de un coche nuevo (y también usado) por el alza de la inflación, así como la falta de conocimiento de los ciudadanos sobre los avances en seguridad y en eficiencia que ofrecen los turismos nuevos.

Según las cifras que maneja CARFAX, empresa internacional que destaca como el mayor proveedor privado de historiales de vehículos en España y Europa, dos tercios de los coches matriculados en España, un 62 %, superan la decena de años, y casi uno de cada dos, un 46 %, tiene 15 años o más. Los que se sitúan entre los 7 y los 14 años, más de 440 000 vehículos –de los que CARFAX tiene constancia, aunque probablemente sean muchos más– son los que mayores riesgos tienen de presentar daños estructurales o de haber sufrido accidentes.

Según CARFAX, en España hay en total unos 640 000 coches circulando en esas pésimas condiciones, con lo que eso comporta para la seguridad vial. Si a ello le añadimos que el 64,7 % del conjunto de los vehículos, según ANFAC, carecen de etiqueta medioambiental, o tienen la B (la menos eficiente), estamos, además, ante un problema de salud pública por los nocivos efectos de los gases contaminantes para el aire que respiramos.

Y es que ni tan siquiera la entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones en las grandes ciudades españolas este 2023 motiva a los conductores españoles a la hora de renovar sus vehículos y sustituirlos por otros más nuevos y, por tanto, menos contaminantes y con menos posibilidades de haber sufrido accidentes previos.

Según los datos recopilados por la Fundación RACE, las salidas de vía fueron las causantes del 42 % de los más de mil fallecimientos registrados en nuestras carreteras durante 2022, dato que sigue en aumento respecto a años anteriores y que viene a abundar en la idea de que los coches más modernos, con ayudas a la conducción más efectivas, evitarían muchas de las muertes acaecidas en nuestra red viaria, máxime cuando estos vehículos más modernos habrán estado menos expuestos a haber sufrido daños, accidentes e inconsistencias en sus kilometrajes.

Para tener una mejor percepción de lo que ello comporta, en una encuesta realizada por CARFAX a casi mil españoles hace unos meses, dos de cada tres (un 68 %) confesaron que nunca comprarían un vehículo con daños previos, una información a la que pueden tener acceso fácilmente con un historial del vehículo de su interés como los que pone a su disposición la propia CARFAX.

Sin duda, como la información es poder, de haberlo sabido sus propietarios, muchos coches ya estarían retirados de la circulación por lo peligroso que resulta circular con ellos. Y es que a nadie le escapa que la renovación del parque automovilístico español representa un beneficio para todos, tanto en materia de seguridad vial como de salud.