Plan de incentivos y experiencia de cliente
En ocasiones, muchas empresas se centran demasiado en crear una buena experiencia de cliente, llegando a descuidar el bienestar de la plantilla y el buen ambiente en el lugar de trabajo. Sin embargo, motivar a los empleados y cuidar de su estado de ánimo también es vital para evitar la fuga de talento, ya que esto repercute de forma directa sobre la productividad.
En este contexto, contar con una buena plataforma de incentivos para empleados puede ayudar a aumentar su motivación comercial y mejorar su rendimiento, y como consecuencia, esto repercutirá en la experiencia del cliente. Asimismo, los planes de incentivos cuentan entre otras ventajas con una mejora de productividad, ya que alcanzar los objetivos implica recibir una recompensa adicional. Esto hará que los empleados motivados den, sin duda, su mejor versión.
De este modo, para que el plan de incentivos sea lo más eficaz posible es importante diseñarlo en torno a las prioridades, gustos e intereses de los empleados, pero ¿qué tipos de alicientes existen para motivar a los empleados y mejorar su rendimiento y productividad? Por un lado, están los incentivos laborales económicos que hacen referencia a las recompensas monetarias que utilizan las empresas como puede ser un aumento de salario, un bonus económico o seguro médico. Por otro lado, los no económicos que son recompensas que nada tienen que ver con lo monetario como días extra de vacaciones, flexibilidad horaria o crecimiento dentro de la empresa.
No obstante, lo primero de todo es planificar cómo se va a elaborar el plan de incentivos porque, aunque parezca una tarea sencilla es importante tener en cuenta diversos factores. En primer lugar, hay que tener claro cuáles son los objetivos. Lo ideal es que sean de forma trimestral o semestral, así será más fácil hacer balance y saber si la empresa está en el camino correcto o necesita hacer algún cambio en su estrategia. En segundo lugar, los incentivos elegidos tienen que satisfacer a los empleados. De nada servirá si se ofrece recompensas que no les resulten atractivas, para ello, conocer los distintos perfiles y gustos, así como sus necesidades es fundamental. Y, por último, elaborar dos listas, una con los objetivos y otra con los incentivos para informar al equipo de cuáles serán los objetivos que cumplir y sus correspondientes incentivos.
El siguiente paso será confeccionar un buen catálogo con las distintas recompensas. Así, el plan de incentivos estará listo para hacer felices a los empleados. Aquí, tienes algunas ideas que se podrían incluir como:
Viajes y experiencias. Viajar está en el top 3 de actividades favoritas. Añadir al catálogo viajes, experiencias o incluso maletas o neceseres de gran calidad es una opción muy acertada.
Productos sostenibles y solidarios. Los empleados que tengan conciencia por el cuidado y la protección del medio ambiente agradecerán que hayas pensado en ellos incluyendo regalos sostenibles, solidarios y no perjudiciales para el medio ambiente.
Productos electrónicos. En todos los equipos de trabajo siempre están los apasionados de la electrónica y la tecnología. En este caso, además de disponible una gran variedad de artículos, muchos de ellos resultan muy útiles incluso para trabajar.
Alimentos gourmet. Todos los enamorados de la buena gastronomía y de los restaurantes optarán por esta opción. Esta será una gran elección para los paladares más exquisitos.
Tarjetas regalo. Este tipo de tarjetas regalo son siempre una buena opción, ya que permite elegir entre una gran variedad de artículos y canjear su valor por lo que mejor se adapte a las necesidades del empleado.
Es innegable que el estado de ánimo influye, y mucho, en el trabajo y, en consecuencia, en la productividad. Por ello, contar con un buen plan de incentivos que ofrezca diferentes opciones en función de los gustos de los miembros del equipo, mejorará el nivel de implicación y esfuerzo de los empleados.